La racha de éxitos consecutivos de Jelena Ostapenko se detiene en nueve. La tenista letona -que había ganado a cinco de las veinticinco mejores tenistas del mundo y que sobre todo había triunfado en Dubái- cae comprensiblemente al pie de la final de Doha ante Anett Kotaveit.

Cabe señalar que desde las ‘250’ de Cleveland la tenista estonia ha obtenido cuarenta y siete victorias y sólo seis derrotas, números que le han permitido acudir a las Finales por primera vez en su carrera y alcanzar la cuarta posición en en conjunción con la final en Dubái del ranking.

El título también le garantizaría la posibilidad de bloquear la segunda posición de Barbora Krejcikova, que en ese momento tendría sólo cuarenta puntos de ventaja al pie de la gira norteamericana.

Sin embargo, el definitivo 6-1 6-4 deja poco margen a la interpretación. En el otro lado del tablero brilla en cambio Iga Swiatek: cuarta final de carrera para la polaca (la primera de la temporada) que corona una semana hasta ahora perfecta con un muy rocoso 6-3 6-4 ante Maria Sakkari.

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En Dubái será Rublev-Vesely

Andrey Rublev necesita tiempo extra para romper la resistencia de Hubert Hurkacz y llegar a la final en Dubai. El número dos del bloque, aún obligado a recuperar un conjunto de desventaja tras los desafíos con Kwon y McDonald, encuentra armas suficientemente válidas solo en el jeu decisif: emblemático el 3-6 7-5 7-6 (4) que madura en el umbral de tres horas de juego.

El mensaje que dedica el tenista ruso en el post-partido es probablemente aún más valioso. Un «No War Please» que resuena de manera increíble en todo el mundo. El extraordinario relato de Jiri Vesely no encuentra conclusión ni al pie de la final.

La prueba de fuego contra Denis Shapovalov resulta ser un maratón con contornos hollywoodienses según el protocolo. La checa, que no aprovecha tres puntos de quiebre en el 4-3 durante el set decisivo, se ve incluso obligada a responder para sobrevivir al partido en el 4-5.

Preludio de lo imposible. El canadiense da una primera oportunidad para el 5-5 con un grosero error cerca de la red con el derechazo y sale en el 40-40 con una doble falta y otro error de revés en mitad de la fase de armado.

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Vesely, más lúcido y sobre todo más preciso, se deja apenas tres puntos en el camino en la carrera final y llega a la final. Evidentemente el primero de un ‘500’ en el umbral de los veintinueve. Finaliza 6-7 (4) 7-6 (5) 7-6 (3) tras más de tres horas de juego. Crédito de la foto: Getty Images

Tania Bonacera