El Congreso estadounidense está debatiendo actualmente una regulación limitada de armas de fuego.

El tiroteo masivo en una escuela en Uvalde, Texas, conmocionó al mundo. Este miércoles 8 de junio, Miah Cerrillo, de 11 años, contó al Congreso estadounidense cómo entró en “modo supervivencia” cuando Salvador Ramos, el tirador de 18 años, comenzó a apuntar a sus compañeros de clase.

Esta joven sobreviviente explica nuevamente que se cubrió con la sangre de su amiga para escapar del autor del tiroteo que causó la muerte de 19 escolares y dos docentes en una escuela de Uvalde.

Mi nombre es Miah Cerrillo. Vídeo testimonio de un alumno de CM1 de Uvalde ante el Congreso.
Le disparó a mi amante en la cabeza. Le disparó a mi novia. Pensé que iba a volver, así que tomé su sangre y me la unté por todas partes». #EndGunViolence pic.twitter.com/hbc56WJDGn

—Philippe Berry (@ptiberry) 8 de junio de 2022

“Las escuelas ya no son seguras

“No quiero que esto vuelva a suceder”, dijo en su video entregado al Congreso. El tirador «le dijo ‘buenas noches’ a mi maestra y le disparó en la cabeza. Luego le disparó a algunos de mis compañeros y al pizarrón», declaró la niña de 11 años durante una audiencia en el Capitolio sobre la «epidemia de la violencia armada». “Cuando me acerqué a las mochilas, le disparó a mi amigo que estaba justo a mi lado y pensé que iba a volver a entrar en la habitación”.

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«Así que tomé un poco de sangre y me unté por todas partes… Me quedé callado, luego agarré el teléfono de mi maestro y llamé (al número de emergencia) al 911». El padre de Miah Cerrillo, Miguel, presente en la audición, aseguró que su hija ya no se sentía segura en la escuela y «ya no era la misma niña con la que [il] solía jugar». «Las escuelas ya no son seguras, algo realmente tiene que cambiar», dijo entre lágrimas.

Cuerpos de niños «pulverizados, decapitados, triturados»

Durante este debate, el Congreso de los Estados Unidos también escuchó el testimonio de Roy Guerrero, pediatra de Uvalde. Describe los cuerpos de los niños «pulverizados, decapitados, desgarrados por las balas». «Lo que no puedo entender es si nuestros políticos nos defraudan por terquedad, pasividad o ambas cosas», dijo. «Como sociedad, les hemos fallado a nuestros hijos».

El pediatra Roy Guerrero describe las heridas que vio en el hospital:
“Vi a 2 niños cuyos cuerpos habían sido pulverizados por las balas (del rifle semiautomático AR-15), decapitados, con la carne desgarrada. La única pista de su identidad, una camiseta de dibujos animados cubierta de sangre» pic.twitter.com/TVbtwNHQLT

—Philippe Berry (@ptiberry) 8 de junio de 2022

Marta Kleber