El viento fue un factor con el que contaron todos los jugadores de cara al PGA Championship que se disputa estos días en Southern Hills. No en vano, Oklahoma (EEUU), estado en el que se encuentra el campo, sufre una media de 54 tornados al año.

Estaba claro que el calor iba a ser sofocante por momentos (la máxima media en los meses de verano no baja de los 31 grados). Pero lo que no esperaban los 156 hombres con derecho a disputar el segundo major del año eran unos bunkers que se han revelado como una trampa mortal.

Campeonato de la Pga, situación

En un campo en el que el rough no penaliza demasiado y el agua no es un actor principal, el villano del lanzamiento de obstáculos ha resultado ser las ‘arenas movedizas’ que parten las calles y defienden los greens.

«Definitivamente es la arena más desafiante a la que me he enfrentado», dijo Justin Thomas al final de la primera ronda en declaraciones recogidas por Golf.com. El estadounidense firmó 67 tiros de entrada, para situarse entre los mejores con -3.

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Aun así, las dificultades que vivió en los bunkers le dejaron un regusto amargo: «No son muy consistentes. Le dije a Bones (Mackay, su caddie) que eran salvajes». El tema es que los granos de arena, aunque no se ven, son más gruesos de lo normal en los campos del circuito, algo que tiene desconcertados a los golfistas.

El resultado son golpes a priori no demasiado complicados que pasan por encima de la bandera o se quedan dentro del bunker. «Es un poco como un juego de adivinanzas», dijo Talor Gooch. Incluso un nativo de Oklahoma como él no puede descifrarlos. Aunque algo debió de saber o al menos intuir, ya que en los días previos estuvo mucho tiempo practicando golpes desde el bunker y en la primera vuelta embocó desde uno de los situados en el hoyo 16.

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La cosa se complica aún más para los que tienen que jugar en el turno de la tarde, ya que la arena levantada durante la mañana se esparce por los greens y calles y actúa como un peligro más. «A veces se interponen entre la cara del palo y la pelota y pierdes la línea», explicó Ian Poulter de Inglaterra. En Southern Hills una lima es mejor que una arena.

Tritan Paoul
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